Hace mucho tiempo que escribí alguna entrada sobre el tema de qué inglés usar al hablar a mi hijo o sobre mi acento español al hablar las lenguas extranjeras. Personalmente no me preocupa el no tener un acento en inglés especialmente marcado. Ni americano, ni británico. Es mi acento personal más una mezcla de lo que he ido aprendiendo de mis profes y amigos nativos en el inglés.
Lo que me interesa es hablar de forma correcta, con el vocabulario y la gramática apropiada y con una buena pronunciación.
El tener mi acento de española es algo que no puedo evitar, sobre todo teniendo en cuenta que hay momentos en los que estoy cansada y mi cerebro funciona más lento, e intentar tener un mejor acento es algo a lo que soy incapaz de llegar muchas veces.
Cierto es que me gustaría parecer más nativa. Estoy segura de que me sentiría más cómoda hablando delante de otras personas. Ojalá alguien llegara a preguntarme, ¿eres inglesa? ¡Jajaja, Imposible! Pero bueno, cuanto menos, la corrección en el resto de los aspectos los tengo, aunque la perfección todavía no ha llamado a mi puerta y me sigo equivocando y teniendo muchas dudas muy a menudo (para lo cual consulto este libro).