Si una cosa no necesita explicaciones es que los padres quieren lo mejor para sus hijos y que van a hacer todo lo que pueden por ellos. Algunos tienen una mejor situación económica o hacen un esfuerzo para que sus hijos reciban una educación bilingüe en colegios privados; otros, hacen lo que pueden para que sus hijos vayan a determinadas escuelas públicas que tienen un gran número de horas de clases en inglés, otros pasan sus vacaciones en un país angloparlante para estar inmersos en la lengua y la cultura... Hacemos lo que podemos y lo que creemos que es lo mejor. Yo puedo hablar inglés y por ahora esto es lo que le voy a ofrecer a mi hijo.
Para mi, hay unas razones importantes para educar a mi hijo de una forma bilingüe hablando en inglés y en español.
Primero, soy profe de inglés. Lo he estado enseñando a mis alumnos de dos maneras diferentes:
- Como una lengua extranjera: dando tres o cuatro horas a la semana de esta lengua, enseñando vocabulario, gramática, jugando, cantando...
- Como lengua vehicular para aprender otras cosas: enseñando educación física, música, ciencias naturales, lectura y escritura, matemáticas y literatura a través del inglés.
Las dos maneras son muy interesantes, sin embargo, he visto que los que aprenden contenidos de asignaturas a través del inglés tienen un mayor dominio. Y si empiezan a hablar inglés cuando son más pequeños, ¡todavía mejor!
Como maestra y formadora, siempre he animado a los padres y a otros profesores a exponer a los niños todo lo posible a la lengua inglesa. Ésto es lo que yo también quiero hacer, y en mi caso, 'todo lo posible' significa: todo el tiempo.
Además, yo he nacido en una familia monolingüe y desde que nací me hablaban en una sola lengua, el español. Empecé a aprender inglés en el colegio y en clases particulares cuando tenía ocho años. Aprendí inglés desde cero, lo que significa que tuve que invertir mucho tiempo y esfuerzo en aprender esta segunda lengua en profundidad. Para ser más concretos, para dominar el inglés, empecé las clases en una academia con ocho años y después fui a la escuela de idiomas hasta los dieciséis; mis campamentos de verano fueron siempre en inglés; para poder salir a países anglófonos en verano y ganar dinero para poder pagarme los estudios durante el curso, trabajé para una empresa acompañando a adolescentes en sus propios viajes para aprender inglés; he quedado con mucha gente para intercambiar conversación de inglés por español; he leído una gran cantidad de libros en inglés, escuchado música, visto películas en versión original, series...
Todo esto y alguna cosa más, para aprender inglés. Estoy contenta de cada una de las cosas que he hecho, pero, ¿y si mi hijo aprende esta primera lengua extranjera de mi sin necesidad de darse cuenta y aprovecha el tiempo y esfuerzo en aprender una segunda lengua extranjera o en aprender a tocar un instrumento, o en practicar un deporte...?
Tengo la oportunidad de ofrecer a mi hijo con tardes vacías, fines de semana, veranos... tiempo libre que podrá llenar con muchas otras lenguas o actividades.
A estas razones, les sumo la 'envidia sana' que he tenido siempre al ver a parejas en las que cada uno es de un país diferente, ya que ellos podían tener fácilmente la oportunidad de criar a sus hijos en un entorno bilingüe y hacerlo de una forma natural.
Yo conocí a mi marido hace doce años y desde que nos conocimos y el tiempo fue pasando, sabíamos que íbamos a estar juntos y algún día tener una familia. ¡Cuando sabes que está hecho para ti, ya no puedes hacer nada, es el amor!
Pero ¿por qué ser una pareja monolingüe debía cortar de raíz mi idea de criar a mi hijo de una forma bilingüe? Si hablamos bien otras lenguas...¿por qué privar a mi hijo de esa gran oportunidad?
Yo conocí a mi marido hace doce años y desde que nos conocimos y el tiempo fue pasando, sabíamos que íbamos a estar juntos y algún día tener una familia. ¡Cuando sabes que está hecho para ti, ya no puedes hacer nada, es el amor!
Pero ¿por qué ser una pareja monolingüe debía cortar de raíz mi idea de criar a mi hijo de una forma bilingüe? Si hablamos bien otras lenguas...¿por qué privar a mi hijo de esa gran oportunidad?
Más aún, hace tiempo que controlar el inglés es importante, y hoy en día es cada vez más fundamental. Muchas puertas se abren en ámbitos personales, profesionales y de ocio si podemos hablarlo de una forma fluida.
Finalmente, muchos estudios muestran que aprender varias lenguas favorece la creación de determinadas conexiones cerebrales relacionadas con el pensamiento crítico y esta es otra de las razones para criar a mi hijo de una forma bilingüe. Aunque no soy nativa, estoy preparada y muy motivada.
Esta entrada fue publicada por primera vez en inglés el 9 de junio de 2016. Esta es la traducción al español para estar más cerca de nuestra familia.
Estoy de acuerdo contigo ser bilingüe no es privilegio de familias compuestas por dos nacionalidades. Cuando era soltera decia me tendre que casar con un extranjero para que mis hijos sean bilingües, pero el amor llego y no fue extranjero jaja. Asi que tambien me toco romper el paradigma y comenzar educar bilingüe. Los resultados llegaran pronto. Tu sigue asi, te comparto el avance de mi hijo.https://educandobilingue.com/2016/09/12/bilingual-interview-with-my-toddler/
ResponderEliminarHola Minerva, estoy leyendo tu web y me parece genial que estando en EEUU habléis a vuestro hijo en español. Veo que estáis llegando a un equilibrio en el que vuestro hijo aprende inglés en el colegio y en su día a día con sus amigos y con vosotros aprende el español que es vuestra lengua materna. Y leo también que aprende un poco de alemán también, ¡qué maravilla!
EliminarHe escuchado también el podcast que te ha hecho Alex en su web y es agradable oír las voces de aquellos a los que lees.
Pongo tu enlace aquí de nuevo con link directo ya que no se porqué hace falta escribir unos códigos antes. web de Minerva