Acabo de hacer un viaje alrededor de Bélgica. Es el primer viaje largo que hacemos con nuestro hijo. Siete días comiendo en restaurantes, conduciendo el coche, durmiendo en hoteles... ¡con un bebé de tres meses! Pues tengo que decir que ha sido una experiencia genial, llena de cosas positivas. El bebé se ha portado de maravilla incluso las largas horas en coche, ha sido fantástico. Sólo tuvo un mal rato en un restaurante. No podía parar de llorar, no quería dormir, no quería comer... quién sabe lo que necesitaba. Pero aparte de eso, se portó muy bien.
Como estábamos pasando las noches y desayunando en hoteles y mi peque es tan mono (amor de madre :) ), hemos hablado con mucha gente. Y esta gente no sólo hablaba conmigo y con mi marido, también lo hacían con mi hijo y ha estado genial. Me he sentido muy bien viendo cómo otras personas interactuaban con él en inglés también. Y al hacerlo ellos, yo hablaba con mi hijo todavía más.
Ahora hace un mes que hablo con mi hijo sólo en inglés, se ha convertido en algo mucho más sencillo. Casi siempre las palabras me salen fácilmente aunque todavía me cuestan algunos verbos y preposiciones. No es algo completamente natural todavía pero puedo ver que eso llegará pronto. Hace un mes mi inglés me daba apuro, tenía miedo, tenía dudas, me sentía cortada e insegura, pero ahora estoy mucho mas tranquila y cómoda.
Al haber disfrutado tanto estando con gente que hablaba con mi hijo en inglés, me he dado cuenta de que, según se vaya haciendo mayor, sería interesante estar en contacto con otras personas que también críen y eduquen a sus hijos usando inglés. Quizás una opción es formar parte de una asociación de familias bilingües. Tengo tiempo, así que lo pensaré detenidamente. Por ahora, viajes como estos son geniales y espero hacer más pronto.
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