El otro día descubrí por internet las 'sensory bags'. Son bolsitas zip en las que se meten diferentes materiales con texturas y colores variados de forma que, los niños al tocarlas, tengan diferentes sensaciones, hagan dibujos o marquen la huella de sus dedos y sus manos...
No me había planteado nunca el usar esas bolsas (que normalmente uso para congelar alimentos) con un fin de juego y me pareció muy interesante.
Por otro lado, últimamente tenía problemas para tener ordenados unos bloques pequeños con los que juega mi peque. Así que compré bosas zip del tamaño de 20x20cm y metí ahí los bloques.
Entonces se me ocurrió meter en otras bolsas otros objetos con los que pudiera jugar mi hijo. En una metí limpiapipas, en otra pompones, en otra unos vasitos pequeños de plástico, en otra moldes pequeños para hacer magdalenas, en otra unas pinzas para el pelo, en otra unos ojos grandes para hacer manualidades, en otra unos corazones y estrellas recordados y en otra unas pajitas para beber.
Cada una de esas bolsas se ha convertido en un juguete diferente y muy barato, perfecto para desarrollar su psicomotricidad fina y su creatividad.
Además, voy guardando cajas, moldes donde vienen empaquetadas las galletas, cajitas de ordenación y botes y botellas ya que una de las cosas que más le gusta hacer ahora a mi hijo con un año y medio de edad, es meter y sacar los objetos de las cajas, poner y quitar tapas y apilar cualquier cosa que pueda. Parece ser que ésta es una etapa muy importante en la que los niños comienzan a desarrollar la lógica.
En las bolsitas zip queda todo muy organizado y ocupa muy poco espacio, además son objetos que no tienen mucho valor económico, de forma que si se rompen o los perdemos por el suelo, no pasa nada.
Otro aspecto positivo de ese tipo de juegos es que se divierte tanto si estoy jugando yo con él, como si está él sólo haciendo lo que le apetece con ellos.
A la hora de comer, suelo coger una bolsa y algún recipiente; Cuando nos vamos a cenar o salimos con amigos también meto en el bolso alguna de las bolsas (sobre todos las de vasitos y objetos pequeños que pueda meter en cajas); Cuando quiero crear un rato para hablar un poco más con él y jugar juntos también saco alguna de las bolsitas.
Con respecto a este último momento, me gusta mucho, ya que ha habido muchos días en los que estamos tan envueltos en el día a día que no sacamos tiempo para jugar un ratito ni para conversar con nuestros peques de cosas que no sean órdenes o rutinas.
Son un recurso muy sencillo, versátil, que ayuda a pasar un rato jugando y hablando con nuestros hijos y que a esta edad les encanta y por eso quería compartirlo. Si se os ocurre alguna otra cosa que meter en las bolsas comentádmelo para así tener más variedad.
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